Desde que era apenas una niña, Carmen Alicia Torres admiraba y disfrutaba toda la magia que se desarrolla en los certámenes de belleza: la elegancia y preparación de las candidatas, su porte y dominio sobre la pasarela, la hermosura de sus ajuares y arreglos personales y, sobre todo, las cualidades que poseía cada una para ser una reina digna de representar a su país ante el mundo.
Aunque tales ideales solían fascinar a Carmen, ella jamás pensó que podría ser parte de un concurso de esa índole, ya que no se sentía físicamente preparada para tal encomienda. “A mi juicio, no poseía las cualidades para participar en un certamen. No tenía un cuerpo del cual me sintiera satisfecha”, afirmó.
Sin embargo, en una etapa en la que sintió la necesidad de dar un cambio radical por su propio bienestar físico y emocional, esta joven decidió darse a la tarea de luchar para alcanzar su peso ideal. Es así como se acercó a Vaudeville Salon·Spa·Fitness y puso su encomienda en manos de la entrenadora física del establecimiento, al igual que adoptó la asistencia de una nutricionista para llevar una alimentación adecuada para su régimen de ejercicios.
Lo que menos imaginó Carmen es que, en el transcurso de su transformación, le surgiría un acercamiento para una gran oportunidad en su vida: ingresar al certamen Miss Universe Puerto Rico 2012.
“Mayra Ortiz (propietaria de Vaudeville) me extendió una invitación para ir audicionar bajo su tutela para el certamen. Inmediatamente pensé de qué manera podría aportar algo positivo para mi Isla en caso de ser seleccionada y acepté”, expresó Carmen, quien actualmente cursa sus estudios universitarios en el programa de Educación Especial con especialidad en Retardación en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Tomando como punto de partida dicha base universitaria y su gran amor por los niños, Carmen decidió abogar por la niñez y la juventud de Puerto Rico una vez seleccionada como candidata para representar al municipio de Trujillo Alto en el concurso.
“Estoy muy orgullosa de representar a la Nueva Metrópolis, el pueblo que me ha visto crecer en el transcurso del tiempo”, afirma la candidata de 20 años. “Estoy consciente de la gran responsabilidad y el compromiso que conlleva el ser seleccionada Miss Universe Puerto Rico, ya que debo representar mi país, mi cultura y sobre todo ser modelo y ejemplo para los jóvenes puertorriqueños”.
Además de prepararse para llegar victoriosa a la final del certamen, Carmen admite que toda esta nueva travesía dentro del mundo de la belleza le ha abierto los ojos para ver la vida con una mentalidad diferente.
“Durante todo este proceso que he estado viviendo, ya he ganado en experiencias, me he convertido en una mujer con una gran autoestima y descubrí fortalezas que desconocía tener. Todo el camino ha sido de mucho crecimiento y desarrollo para mí como mujer y tengo la completa seguridad que puedo asumir todas las responsabilidades que conlleva la corona”, puntualizó.
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